Al menos una docena de lanchas de madera lucen descuidadas, con basura y en estado de abandono, aguardan en la orilla de los embarcaderos en espera de una próxima temporada de lluvia para poder navegar en un mayor nivel de agua.
En Irámuco localidad de Acambáro, Guanajuato, limítrofe con Michoacán es de las pocas zonas del lago de Cuitzeo donde aún existen espejos de agua, pero persisten las descargas de aguas negras de las comunidades cercanas al afluente.
Al menos una docena de lanchas de madera lucen descuidadas, con basura y en estado de abandono, aguardan en la orilla de los embarcaderos en espera de una próxima temporada de lluvia para poder navegar en un mayor nivel de agua.
Ante el lago prácticamente seco se complican cada día más los traslados en lancha de los habitantes que viven en la isla Cerro Grande, hacia Iramuco. Los trayectos que anteriormente eran de 5 minutos se convirtieron en 1 hora o más.
Para poder ingresar a la zona con mayor nivel de agua del lago de Cuitzeo es a través de una zanja con agua lodosa rodeada de tierra agrietada, mide escasos metro y medio de ancho, esta zanja es escarbada por los propios pescadores y conduce al área donde usualmente se pesca.
Excelsior