Puede que Joe Biden sea impopular y vaya a la zaga en las encuestas, pero hace campaña para las elecciones presidenciales de noviembre con las arcas más llenas que las de su rival Donald Trump.
Según los últimos datos mensuales publicados este jueves por la autoridad reguladora competente, el presidente demócrata disponía a finales de febrero de algo más de 71 millones de dólares. El día de ayer se dio a conocer que la campaña de Donald Trump pidió donaciones a un millón de sus partidarios, advirtiéndoles que podría perder sus propiedades en Nueva York.
Es más del doble de las reservas en efectivo del magnate republicano (33.5 millones a finales del mes pasado).
En la campaña electoral estadounidense, el dinero, lejos de ser un tabú, es un motivo de orgullo para el bando que más amasa.
El equipo de campaña de Joe Biden se apresuró a criticar a «Donald el arruinado» en un correo electrónico sobre el magnate, muy aficionado a poner apodos crueles a sus rivales.
Si suma las distintas estructuras de financiación en las que se apoya, el demócrata de 81 años afirma tener un fondo de guerra de 155 millones de dólares, frente a los 42 millones del bando contrario.
Donald Trump, abrumado por las demandas y bajo cuatro inculpaciones penales, gastó 5.6 millones de dólares de las arcas de su comité de financiación «Salva a Estados Unidos» («Save America») en febrero solo para cubrir las costas legales.
Y el expresidente republicano afirmó ser incapaz de ofrecer a la justicia neoyorquina la garantía de que pagará 454 millones de dólares en multas por fraude financiero en su imperio inmobiliario.
«Donald, lo siento»
Joe Biden, a quien su rival describe como un fracaso senil, tiene motivos de sobra para tomar represalias. Lo hizo el miércoles durante una reunión con donantes en Texas.
«Justo el otro día, un tipo con aspecto derrotado se me acercó y me dijo: ‘Señor presidente, necesito su ayuda, estoy abrumado por las deudas, estoy completamente arruinado’. Y tuve que decirle ‘Donald, lo siento, no puedo ayudarte», bromeó, provocando risas y aplausos de sus seguidores.
El presidente presume de ser el candidato de la clase media y trabajadora. Según Forbes, tiene una fortuna personal de unos 10 millones de dólares, frente a los 2 MIL 600 millones de Donald Trump.
Según los expertos, 2024 promete ser el ciclo electoral más caro de la historia de Estados Unidos, con cantidades superiores a los 14 mil 400 millones de dólares gastados en 2020 en las distintas elecciones: presidenciales, legislativas y locales.
Estas sumas disparatadas se utilizan para financiar los viajes de los candidatos, pagar a los equipos, encargar encuestas o costear anuncios televisivos.
Cuando viajan, tanto Biden como Trump persiguen un doble objetivo: movilizar a los votantes durante los mítines y seducir a los donantes durante las recepciones.
Los simpatizantes más ricos extienden un cheque a cambio de una breve conversación, una foto o el privilegio de escuchar a su candidato favorito en un grupo reducido.
Para hacerse una idea de los montos recaudados: el miércoles, Biden consiguió 2.5 millones de dólares durante una reunión, de una hora, en Dallas.
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Trump no se queda atrás. La tarjeta de invitación para una velada con él el 22 de febrero en Nashville (sur) anunciaba una entrada de mil dólares y más de 23 mil dólares por un acceso privilegiado, así como una foto junto al republicano.
Las cantidades prometen ser aún más asombrosas en la recaudación de fondos prevista el 28 de marzo en Nueva York con Joe Biden y los expresidentes demócratas Bill Clinton y Barack Obama.
El evento podría recaudar, según NBC News, más de 10 millones de dólares. Una foto con los presidentes 42, 44 y 46 de Estados Unidos costará al menos 100 mil dólares.
Excelsior