El presidente de Namibia, Hage Geingob, fue enterrado el domingo en el cementerio Acre de los Héroes, tras un funeral de Estado.
Al funeral asistieron mandatarios africanos, el presidente alemán y la princesa Ana, hermana del rey Carlos III de Reino Unido.
Geingob falleció a principios de mes a los 82 años mientras recibía tratamiento contra el cáncer.
Era el tercer presidente de Namibia desde que el país se independizó del apartheid sudafricano en 1990. Antes de eso, el país del sur de África era una colonia alemana.
La viuda de Geingob, Monica Geingos, pronunció el sábado un mensaje en un servicio conmemorativo en el que rindió homenaje al ascenso de su marido desde sus humildes raíces rurales hasta convertirse en el dirigente de su nación y en una figura ampliamente respetada en el continente africano.
“Naciste campesino y moriste presidente”, dijo Geingos en el funeral celebrado en un estadio de fútbol repleto de dolientes.
En su funeral del domingo, el féretro de Geingob fue cubierto con la bandera de Namibia y transportado en una caja de cristal en la parte trasera de un remolque militar.
Asistencia de lideres de otras naciones
Al funeral asistieron representantes de 27 países, entre ellos la princesa Ana, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, el presidente de Qatar Tamim bin Hamad Al Thani y 18 jefes de Estado. Asistieron los dirigentes de Sudáfrica, Angola, Botsuana, Kenia, Zambia y Zimbabue.
Steinmeier declaró en el acto conmemorativo que era hora de que Alemania presentara una disculpa oficial al pueblo de Namibia por las atrocidades que se le infligieron durante el genocidio de 1904-1908, en el que las fuerzas militares alemanas mataron a entre 50.000 y 65.000 miembros de la etnia herero de Namibia y a otros 10.000 de la etnia nama.
Geingob había presionado para que se indemnizara a las comunidades afectadas por las masacres de hace más de un siglo.
En 2021, el gobierno alemán ofreció a Namibia 1.100 millones de dólares en fondos para el desarrollo que se pagarían a lo largo de 30 años como reparación.
Fue rechazada por el Parlamento namibio y por las comunidades, que pidieron una mejor oferta.
Con información de AP News.