Considerado en su momento uno de los futbolistas más prometedores de los Países Bajos, Quincy Promes fue encontrado responsable de participar en la introducción de mil 350 kilos de cocaína a su país natal.
Un tribunal neerlandés sentenció en ausencia al delantero, quien tiene 32 años de edad y actualmente milita en el Spartak de Moscú, a seis años de prisión, al comprobarse su participación en el delito, ocurrido en 2020.
Según el relato judicial, el cargamento de drogas zarpó desde Brasil hasta el puerto neerlandés de Zelanda y, desde allí, fue trasladado a Amberes, Bélgica, oculto en un cargamento de sal de mar.
Las investigaciones arrojaron que Promes habría invertido 200 mil euros en las drogas, acusación que las autoridades consideran con sustento por el hecho de que el futbolista tiene la capacidad monetaria para pagarlo.
Aunque uno de los contenedores con la valiosa carga de drogas fue interceptado oportunamente por la Policía neerlandesa, se cree que la otra mitad sí pudo llegar a las calles, reportándole ganancias al deportista.
Promes decidió no acudir al juicio y permanecer en Rusia mientras se realizaba el proceso, en el que finalmente se determinó que sería condenado a seis años de prisión, aunque en este momento se encuentra libre.
Rodean a Promes problemas judiciales
Sin embargo, este no es el primer delito por el que la justicia neerlandesa ha condenado recientemente al también exdelantero del Sevilla FC de la Liga española, quien se ha visto envuelto en distintos procesos judiciales.
Uno de ellos ocurrió en julio de 2020, cuando apuñaló a su primo en una pierna tras discutir por un collar presuntamente robado por su pariente. En aquel momento fue multado con 7 mil euros y 18 años de cárcel.
El año pasado, Promes intentó sobornar a policías rusos que habían detenido a unos amigos suyos luego de ser sorprendidos conduciendo bajo el influjo de alcohol y drogas, algo que terminó siendo infructuoso y le provocó una amonestación por parte de las autoridades locales.