La lluvia que cada temporada no se recolecta y se pierde en el drenaje, así como el líquido potable que se desperdicia en las fugas de la red de tuberías de la Ciudad de México es tanta que supera lo que actualmente aporta el Sistema Cutzamala a la capital, alertaron especialistas.
Roberto Constantino, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), indicó que el Sistema Cutzamala aporta alrededor de 40% del agua con la que cuenta la capital del país, mientras que la lluvia que no se capta y el líquido que se pierde diariamente en fugas es equivalente a casi 60% del caudal capitalino.
El integrante de la Red AgUAM urgió a que el gobierno de la ciudad emprenda proyectos de infraestructura para realizar una cosecha de lluvia masiva, y se le dé tratamiento para uso doméstico o se inyecte al acuífero para reabastecer la batería de pozos capitalinos de donde se extrae la mayoría del agua que se consume en la capital.
Además, consideró que se deben aumentar y mantener las inversiones de recursos públicos para la renovación de la red de tuberías, para minimizar la pérdida de agua en fugas.
Constantino explicó que, a diferencia de lo que se piensa, el agua que se fuga de las tuberías no se inyecta automáticamente hacia el acuífero debido a que la mayoría del suelo de la Ciudad de México es de origen lacustre y, por lo tanto, impermeable, por lo que el líquido que se fuga termina evaporándose.
Actualmente, el Sistema Cutzamala aporta 7.89 metros cúbicos por segundo (m³/s) de agua potable, mientras que de los pozos locales se extraen 11.5 m³/s.
El especialista alertó que la cosecha de lluvia masiva y evitar la pérdida en fugas significan las últimas oportunidades que tiene la ciudad y sus habitantes para ser más resilientes y dejar de ser vulnerables ante las sequías que son cada vez más intensas.
Delia Montero, investigadora de la UAM e integrante de la Red AgUAM, consideró necesario que las alcaldías emprendan sus propias plantas de tratamiento de agua residual y pluvial con la intención de que reutilicen el agua en sus comunidades.
“De manera urgente, debemos ir reciclando esa agua en pequeñas proporciones y reinyectarla al acuífero, porque toda el agua que utilizamos, la dese-
chamos; estamos echando el agua para afuera y toda el agua se puede sanear, se le da tratamiento y se reinyecta al acuífero”, expresó.
Excelsior
