Según un nuevo informe de UNICEF, 1 de cada 3 niños y niñas –es decir, 739 millones en todo el mundo– vive ya en zonas expuestas a una escasez de agua elevada o muy elevada, y el cambio climático amenaza con empeorar aún más esta situación.
Además, la doble carga de la disminución de la disponibilidad de agua y la insuficiencia de los servicios de agua potable y saneamiento agrava el problema y pone a los niños y niñas en una situación de riesgo aún mayor.
El cambio climático está transformando la infancia, publicado antes de la cumbre sobre el cambio climático COP28, pone de relieve la amenaza que supone para los niños y niñas la vulnerabilidad hídrica, una de las formas en que se dejan sentir los efectos del cambio climático. El informe ofrece un análisis de las repercusiones de los tres niveles de inseguridad hídrica en el mundo: la escasez de agua, la vulnerabilidad hídrica y el estrés hídrico*.
El informe, un suplemento de la publicación de UNICEF sobre el Índice de Riesgo Climático de la Infancia de 2021, también describe muchas otras formas en las que los niños y niñas sufren los efectos de la crisis climática, como las enfermedades, la contaminación atmosférica y los fenómenos meteorológicos extremos como las inundaciones y las sequías. Desde el momento de la concepción hasta la edad adulta, la salud y el desarrollo del cerebro, los pulmones, el sistema inmunitario y otras funciones fundamentales de los niños y niñas resultan afectados por el entorno en el que crecen. Por ejemplo, los más pequeños son más propensos a sufrir los efectos de la contaminación atmosférica que los adultos. Por lo general, respiran más deprisa que los adultos y sus cerebros, pulmones y otros órganos aún se están desarrollando.
UNICEF