Un capitán retirado del Ejército colombiano fue condenado el viernes a cadena perpetua por haber liderado a un grupo de 20 mercenarios que participaron en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moïse en 2021.
Germán Alejandro Rivera García, de 45 años, es el segundo de los 11 sospechosos acusados y detenidos en el sur de Florida condenado en lo que los fiscales estadounidenses han descripto como una conspiración realizada en Haití y en Estados Unidos para contratar a mercenarios que secuestraran o mataran a Moïse.
Moïse fue asesinado por un grupo de desconocidos en su residencia privada de Puerto Príncipe el 7 de julio de 2021.
Sentencia del sospechosos
El juez Jose E. Martinez reveló la sentencia en una audiencia de menos de 30 minutos realizada en la corte federal del centro de Miami.
Rivera escuchó el fallo mirando al juez, sentado al lado de su abogado, con las manos esposadas y grilletes en sus tobillos.
A través del acuerdo de culpabilidad que selló con los fiscales, Rivera accedió a cooperar y suministrar información y testimonio para la investigación.
El militar retirado, conocido también como “Coronel Mike”, fue uno de los primeros arrestados después de que Moïse, de 53 años, recibió 12 disparos.
Se declaró culpable en septiembre de haber conspirado y respaldado el complot para matar al mandatario.
De acuerdo con documentos judiciales, fue parte de un convoy que se dirigió a la casa de Moïse el día del asesinato y sabía que el plan había cambiado y el objetivo ya no era secuestrarlo sino matarlo.
Rivera ofreció entrenamiento, asesoramiento y asistencia en el operativo y estuvo presente en reuniones donde se hablaba de matar a Moïse, según los documentos judiciales.
Los conspiradores esperaban obtener contratos con un sucesor de Moïse, de acuerdo con los fiscales.
En Haití más de 40 sospechosos permanecen detenidos, entre ellos 18 exsoldados colombianos.
El caso tomó impulso la semana pasada cuando la policía arrestó a Joseph Félix Badio, un sospechoso clave que trabajó en el Ministerio de Justicia de Haití y en la Unidad Anticorrupción del gobierno y había permanecido prófugo de la justicia por más de dos años.
Desde el asesinato del presidente Haití ha estado sumergido en una ola de violencia que ha llevado al primer ministro a solicitar el apoyo de una fuerza armada internacional.
Con información de AP News.