Miles de ciudadanos comunes se vieron en problemas legales por su participación en el intento de Cataluña de lograr su independencia, un movimiento que llevó a España al borde de la ruptura hace seis años.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, está negociando con los partidos separatistas catalanes la posibilidad de emitir una amplia amnistía para los separatistas a cambio de contar con su apoyo para formar un nuevo gobierno nacional en Madrid.
Sánchez, que ha indultado a varios dirigentes del movimiento en el pasado, dice que la amnistía será positiva para España porque ayudará a reducir las tensiones en Cataluña.
Pero nadie duda de que lo hace por necesidad política, dadas las divisiones que provoca el independentismo tanto en Cataluña como en el resto de España.
Ante la falta de mayoría absoluta, el Partido Socialista de Sánchez necesita el apoyo de varios partidos menores para conservar el poder.
Estos incluyen los dos partidos secesionistas catalanes que dirigieron el intento fallido de 2017 y que tienen en sus manos los votos cruciales en el parlamento que le faltan a Sánchez.
Y esos partidos no vacilan en aprovechar la circunstancia. La ley de amnistía es para ellos la condición para apoyar a Sánchez.
En un discurso ante una comisión del Senado, el presidente regional de Cataluña, Pere Aragonès, dijo que la amnistía era “esencial” para el regreso a la vida política normal entre Cataluña y España.
Los plazos se acortan rápidamente. Si Sánchez no logra formar gobierno antes del 27 de noviembre, habrá una nueva elección en enero.
Para Montserrat Nebrera, profesora de derecho constitucional en la Universidad de Cataluña, las negociaciones entre Sánchez y los separatistas son “un juego de espejos” en el que las dos partes tratan de demostrar que llevan la delantera, cuando en realidad se necesitan mutuamente.
“Yo creo que sobre todo le hace falta la amnistía a Pedro Sánchez por los cuatro votos que necesita, y al independentismo para intentar decir que no solamente ha salvado la espalda a sus principales dirigentes, sino también a cualesquiera activistas que se comprometieron en aquel momento y que por desobediencia o por haber roto mobiliario urbano o por haber desobedecido, tienen condenas que quizá no son tan brillantes o tan espectaculares, pero que les han comprometido mucho la vida”, dijo Nebrera a la AP.
Con información de AP News.