Este lunes la Policía ha encontrado esta mañana el cadáver de un joven en la estación de Santa Justa que podría ser el del jugador del córdoba Álvaro Prieto, desaparecido el pasado miércoles. El cuerpo estaba alojado entre dos vagones.
Según Renfe, el tren estaba averiado y no prestaba servicio desde agosto. Desde entonces ni se había movido ni había pasado revisión. Hoy realizaba unas maniobras sin pasajeros.
Los agentes del grupo de homicidios de la comisaría de Sevilla se han desplazado hasta el tren para comprobar si se trata del joven.
Aunque las pruebas de ADN aun no lo confirma, la ropa coincide con la que llevaba Prieto el día de su desaparición.
Una de las hipótesis que maneja la policía es que la causa de la muerte es por ser electrocutado al intentar acceder al vagón de los motores.
Una cámara de TVE, mientras estaba en directo, captó lo que parecía un cuerpo entre dos vagones de un tren en la estación donde Prieto desapareció.
Día de los hechos
El joven de 18 años, residente en Córdoba y jugador del Córdoba F.C., desapareció el pasado 12 de octubre en Sevilla, en las inmediaciones de la estación de Santa Justa, tras volver de fiesta con un amigo.
Se quedó sin batería y no pudo enseñar el billete de tren que había comprado para volver a casa.
Pero envió un último mensaje de Whatsapp a su madre antes de que se le apagara el teléfono.
El mensaje decía que ya iba de camino a la estación, pero poco después se quedó sin batería.
Intentó entrar en el tren pero le fue imposible al no poder enseñarle el billete al revisor por tener el teléfono apagado.
Tras intentar entrar en otro tren también sin éxito, las cámaras de vigilancia le grabaron saliendo de la estación y caminando por la avenida Kansas City, donde se le pierde el rastro.
Su madre, en declaraciones hechas ayer a Onda Cero Córdoba, aseguraba que creía que el joven se sintió impotente al ver que no podía ni llamar ni comprarse un billete al haberse quedado sin batería en el móvil.
«Por eso yo miraba en la cuenta si había comprado otro billete», explicaba.
Al parecer el joven le dijo a la azafata de la estación lo que le había pasado, pero no le hicieron caso.
A partir de aquí, cree que el Prieto pensó que tenía que «buscarse la manera» de volver a Córdoba.
«Andando no se iba a venir, pues un coche. Un coche se para y una de dos: o se lo ha llevado el coche y le han hecho de todo o caminando por ahí, le ha atropellado un coche», sentencia.
Ayer a última hora de la tarde efectivos de la Unidad Militar de Emergencias del Ejército (UME) se incorporaban a las labores de búsqueda del joven.
Después de un par de horas, unos veinte elementos del ejército y de la Policía Nacional, ayudados de varios perros, rastrearon las márgenes de las vías del tren, partiendo de un punto situado a aproximadamente un kilómetro de la estación de Santa Justa.
En la mañana se habían retomado las labores de rastreo, aunque no se apreciaba, según EFE, en el entorno de la estación de Santa Justa de Sevilla, donde fue visto por última vez, la presencia de agentes uniformados.
Con información de El Mundo.