De entre 50 países con mayor tasas de impuestos aplicables a bebidas alcohólicas, México se ubica en el quinto puesto.
Estos datos los dio a conocer el presidente de la Comunidad Mexicana de Gestión Pública para Resultados, Gabriel Farfán.
Un análisis comparativo, explicó que todos los países objeto del estudio diferencian entre bebidas destiladas y fermentadas; y cada nación tiene impuestos diversos sobre estos productos.
En México, se aplica el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas alcohólicas con diversas tasas.
Aquellas que tienen hasta 14 grados pagan un IEPS de 26.5 por ciento, los grados de entre 14 y 20 pagan 30% y las que sean superiores a 20 pagan 53% de IEPS.
Al analizar “las tasas aplicables a bebidas destiladas, a vinos y a cervezas, son altas en México, está dentro de los primeros cinco lugares a nivel mundial y fue una sorpresa porque pensamos que era distinto en el comparativo mundial”, reconoció Farfán.
Dijo que, al calcular el impuesto con el precio final, también se observó una elevada presión fiscal en el país, comparado con otras naciones.
«Analizamos el impuesto a las cervezas y brandis y su precio al consumidor final, lo que vimos es que del precio final el porcentaje de impuestos en México también es alto. A ese indicador le llamamos presión fiscal. Sobre este indicador el país también está dentro de los primeros lugares en el comparativo mundial”.
Este nivel de impuestos sobre las bebidas alcohólicas hace que los requerimientos financieros del país, para tratar y prevenir los males derivados del consumo de alcohol, sean bajos.
«El país no requiere impuestos adicionales para tratar y prevenir los males que produce el consumo de alcohol, pues, si se considera el consumo per cápita, también es bajo”, dijo el experto.
Farfán señaló que la prevención y tratamiento del alcoholismo no es un tema fiscal, sino de salud pública.
Hay ciertos grupos de población que beben de manera explosiva, en pocas horas se bebe mucho alcohol y eso hace que haya muertes por este tipo de consumo, incluso son más altas que en países de Europa, entonces es un tema de salud, de prevención y de tratamiento con respecto al consumo”.
Numerosos organismos internacionales recomiendan integrar las perspectivas de la salud pública en el diseño y la aplicación de la política de impuestos y precios.
También es necesario prevenir la iniciación en el consumo de alcohol, lo que constituye una importante estrategia preventiva en los países de ingresos bajos y medios que tienen una alta prevalencia de abstemios de por vida.
Con información de Excélsior.