Un grupo de buzos asumió la labor de recuperar algas marinas para contribuir a frenar la emergencia climática.
En la costa de Kiel, en el norte de Alemania, los interesados utilizan instrumentos caseros para desenterrar brotes de hierba marina.
Luego, estos buzos almacenan los brotes en cámaras frigoríficas. Y se colocan en un área árida para replantarlos en círculos.
Estas iniciativas son parte de un proyecto que capacita a los ciudadanos locales para restaurar las praderas de pastos marinos en el Mar Báltico.
La finalidad de este propuesta es el de combatir el cambio climático.
Cabe destacar que las algas almacenan más del doble de carbono del dióxido de carbono que calienta el planeta por milla cuadrada (1.6 kilómetros cuadrados) que los bosques en la Tierra, según un estudio de 2012.
Además, estas especies protegen las costas de la erosión.
Entre 1860 y 2016, Europa perdió un tercio de sus áreas de algas. Esto provocó la emisión de carbono a la atmósfera y aceleró el calentamiento global.
Con información de Excélsior.