La pandemia de COVID-19 mantiene un rezagado educativo en varios niñas y niños, especialmente en educación básica, debido a que muchos están experimentando sus primeros cursos escolares presenciales en su vida, aseveró el especialista en políticas de educación, José Miguel Robert Lagunes.
No obstante, señaló que este tipo de rezago no surgió con los dos años de la pandemia, sino que ya existían alarmas importantes sobre la calidad educativa en el Estado y lo que podía implicar para el futuro de sus jóvenes tanto en instituciones públicas como privadas.
De acuerdo con el INEGI, Querétaro cuenta con 650 mil estudiantes en su sistema educativo, además de que el grado promedio de escolaridad entre la población es de 10.5 grados, es decir, un poco más del primer grado de bachillerato.
Tras la pandemia, los estimados de la afectación es de un atraso de hasta 4 ciclos escolares, a pesar de que se mantuvieron clases en línea, estas no fueron lo suficientemente efectivas para poder mantener el ritmo académico constante, generando déficit en matemáticas y lectura del 80% y 60% respectivamente.
Explicó que, de no realizar ajustes en los programas académicos, tanto Querétaro como México podrían enfrentar una merma importante de capital humano para el sector productivo en aproximadamente una década.
Por Alan García.