La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción ha visto buenos avances en la aplicación de normas técnicas que contemplan el impuesto ambiental para las industrias, especialmente sobre la disposición de residuos de construcción o demolición, afirmó su presidente en Querétaro, Óscar Hale Palacios.
Señaló que desde el inicio de la aplicación de este impuesto, la CMIC se ha mantenido en comunicación con la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado de Querétaro para conocer sus implicaciones y que no pudiera suponer un gasto excesivo para las empresas del sector.
Refirió que parte de la preocupación era que un impuesto demasiado restrictivo pudiera encarecer los costos de los proyectos de obra, enfriando la demanda en el mercado y alejando la confianza en posibles clientes o nuevas empresas que pudieran establecerse en la entidad.
Hale Palacios recalcó que esto no eximía a las empresas constructoras de su responsabilidad con sus residuos, pues reconoció que su disposición supone la parte más contaminante de un proyecto de obra ya sea privada o pública.
Cabe recordar que en otros sectores, como el industrial, al menos 400 empresas ya han sido sometidas a los cambios en las normas ambientales del estado, mientras que para las constructoras podría suponer gastos de hasta el 10% en su costo total de obra.
Por Alan García.