El presidente de Hong Kong, John Lee, pidió a ocho activistas, entregarse después de que la policía local ofreciera una recompensa por su captura tras acusarlos de violar la ley de seguridad nacional.
Cabe señalar que la policía de Hong Kong ofreció un millón de dólares hongkoneses (más de 127 mil dólares estadunidenses / 2.17 millones de pesos mexicanos) por información de ocho destacados activistas prodemocracia.
Quienes permanecen en el extranjero, a los que acusa de crímenes como subversión y colusión con poderes foráneos.
El líder municipal dijo que respaldaba la acción policial y el ofrecimiento de recompensas e instó a los activistas a entregarse.
«La única forma de terminar su destino como fugitivos que serán buscados de por vida es rendirse», declaró Lee a periodistas, al afirmar que de no hacerlo «pasarán sus días con miedo».
Los ocho huyeron de Hong Kong luego de que Beijing impusó en 2020 una amplia ley de seguridad a la ciudad para aplacar la disidencia tras las enormes y a veces violentas protestas prodemocracia de 2019.
Lee llamó a la ciudadanía a ayudar a la policía, señalando que incluso «familiares y amigos» de los activistas pueden ser informantes.
La medida fue criticada por Estados Unidos, Reino Unido y Australia, países donde residen algunos de los activistas buscados.
El portavoz de la diplomacia estadunidense, Matthew Miller, condenó la promesa de recompensas como parte de los «esfuerzos de represión transnacionales» de China y pidió su retirada.
«La aplicación extraterritorial de la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín sienta un precedente peligroso que amenaza los derechos humanos y las libertades fundamentales de los ciudadanos de todo el mundo», dijo en un comunicado.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, James Cleverly, declaró que su país no tolerará «los intentos por parte de China de intimidar y silenciar a individuos en el Reino Unido y en el extranjero».
«Reino Unido siempre defenderá el derecho universal a la libertad de expresión», agregó.
La embajada de China en Londres acusó a Reino Unido de ofrecer «abiertamente protección para los fugitivos» y lo criticó como «una grosera interferencia» en los asuntos internos de Hong Kong y China, dijo un vocero. La decisión de las autoridades de Hong Kong «no solo es constitucional y legal, sino que está en línea con la opinión pública», agregó.
Con información de Excélsior.