Sin Aaron Judge en la alineación, sin potencia ofensiva y quizá sin muchas esperanzas, los Yankees de Nueva York se las arreglaron para vencer ayer 5-3 a los Rangers de Texas y con ello llevarse la serie que se llevó a cabo en el Bronx y que fue televisada a nivel nacional por Imagen TV.
Un doblete remolcador de Harrison Bader en la parte baja del octavo rollo puso a los Yankees a tres outs del triunfo.
Los neoyorquinos habían anotado cinco carreras en las primeras 25 entradas de la serie por lo que un déficit de dos anotaciones se sintió como de 20 cuando los Rangers se pusieron al frente.
Pero en las entradas finales de un juego que parecía muerto, encontraron un pulso.
Los Yankees entraron en la parte baja de la octava entrada con cuatro hits. Pero con el bat de Bader y el de Giancarlo Stanton, los Yankees anotaron tres para completar una remontada sorpresiva de 5-3 sobre los Rangers ante una multitud llena de 46,064.
Los Yankees (43-35), en medio de toda la incertidumbre de Judge y el malestar ofensivo, de alguna manera han ganado dos series seguidas y se han quedado con cuatro de seis en casa.
Y lo hicieron de manera inusual, mejorando a 3-27 cuando perdían después de siete entradas esta temporada.
Después de un elevado de Gleyber Torres, el mánager de Texas, Bruce Bochy, recurrió al derecho Yerry Rodríguez para enfrentar a Bader, quien conectó un doble de dos carreras al jardín izquierdo para poner a los Yankees arriba por primera vez en el juego.
Antes del rally de tres, las únicas carreras de los Yankees se produjeron en la segunda entrada, cuando DJ LeMahieu (quien entró en la caja de bateo en una racha de 6 de 39) conectó un doble entre el jardín derecho y central para impulsar dos.
La ofensiva de los Yankees estuvo tranquila entre el segundo y el octavo, pero sobrevivieron gracias a las agallas de su estelar pitcher Gerrit Cole.
Los Yankees ganaron una serie en la que anotaron ocho carreras porque permitieron sólo siete carreras.
Vía: Excelsior