El jefe de la agencia de supervisión nuclear de Naciones Unidas visitó la mayor central nuclear de Europa, ubicada en el sur de Ucrania.
La cual se ha mantenido en constante peligro debido a la reciente rotura de una represa y el inicio de la contraofensiva bélica de las fuerzas de Kiev han elevado los riesgos de seguridad.
La visita fue anunciada por la empresa estatal de energía nuclear, Energoatom, en una publicación en Telegram.
Rafael Mariano Grossi, jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), se reunió con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy.
En su reunión se abordaron las preocupaciones en torno a la central de Zaporiyia, que está ocupada por Rusia.
El OIEA ha expresado repetidamente su alarma por la planta, que es una de las 10 más grandes del mundo, ante el temor a una posible catástrofe nuclear.
La agencia tiene funcionarios en el interior de la central, que sigue gestionada por su personal ucraniano.
La destrucción de la represa de Kajovka, en la provincia sureña de Jersón, que está parcialmente ocupada por las tropas del Kremlin, es otro motivo de preocupación.
Los seis reactores de la planta llevan meses apagados, pero necesitan energía y personal cualificado para manejar el crucial sistema de refrigeración y otros dispositivos de seguridad.
Ucrania dijo que esperaba poner el último rector en funcionamiento en parada fría, un proceso por el que todas las barras de control se introducen en el núcleo del reactor para frenar la reacción de fisión nuclear y la generación de calor y presión.
Con información de AP News.