Este domingo, un niño estadounidense de once años falleció en un avión de la compañía Turkish Airlines, que realizó un aterrizaje de emergencia en Budapest cuando el niño cayó enfermo mientras estaba en vuelo la ruta.
El niño ya tenía problemas de salud previos, se sintió mal después de que el avión despegara. La tripulación atendió al niño y posteriormente un médico que se encontraba en el avión le realizó una maniobra de reanimación que no tuvo efecto.
Se decidió realizar un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto de Budapest, donde el menor falleció.
La familia, junto con el niño, desembarcaron y fueron trasladados en una ambulancia a un centro médico, el avión continuó su vuelo poco después.
Con información de El Universal.