Los jeans de tiro bajo súper ajustados pueden ser muy bonitos para salir a pasear, pero cuando toca sentarse con ellos es posible que no resulten muy cómodos, aprieten por todas partes y expongan “atrás” más piel de la deseada. Lo mismo pasa con los abrigos trench: ¿qué tan bien quedan cuando uno no está de pie y debe sentarse sobre ellos?
Estos son apenas dos ejemplos que ilustran que no todas las prendas quedan bien siempre, y que no todas cubren de la misma forma las necesidades de las personas. La gente que pasa la mayor parte del tiempo sentada, como por ejemplo en una silla de ruedas, tiene otras necesidades a la hora de vestirse que la que puede caminar normalmente.
La moda que tiene en cuenta estas distintas necesidades se conoce como moda adaptativa. “La moda adaptativa no excluye a nadie y es desarrollada junto con personas con discapacidad”, explica la experta alemana en moda inclusiva Anna Flemmer.
PANTALONES DE CORTE MÁS ALTO
La moda inclusiva debe ser “simple e intuitiva”, de acuerdo con la diseñadora, “para adaptarse a las necesidades del grupo al que está destinada”. Un pantalón típico para alguien que usa silla de ruedas es más alto por detrás y tiene piernas más largas, por ejemplo.
Sin embargo, si bien el mercado para la moda adaptativa crece, para las personas que la lucen puede ser bastante difícil encontrar prendas que sienten bien y que a la vez se adapten al gusto propio.
La alemana Anna Franken, que tiene una enfermedad muscular que la obliga a usar silla de ruedas, afirma que lo que más le molesta es la monotonía de la moda para personas que usan silla de ruedas. Franken es diseñadora de modas y fundadora de la marca de moda adaptativa Wundersee Fashion, que diseña ropa para personas que se mueven en silla de ruedas.
Excelsior