Greenpeace ha sido declarada como una organización «indeseable» y fue acusada por la Fiscalía rusa de causar injerencia.
En un comunicado la Fiscalía informó que Greenpeace International, cuya sede se encuentra en los Países Bajos, representa una «amenaza para los cimientos del orden constitucional y para la seguridad» de Rusia y busca «derrocar el poder de manera inconstitucional».
También se le acusa a la organización de alentar la «injerencia» en los asuntos internos de Rusia, de tratar de «socavar sus fundamentos económicos».
Además de financiar organizaciones rusas calificadas por las autoridades como «agentes extranjeros».
Entre las acusaciones a Greenpeace también está la de realizar «campañas de información» para «evitar la realización de proyectos rentables de infraestructura y energía» para Rusia.
Así como de «propaganda antirrusa» y de pedir «reforzar las sanciones» contra Rusia desde el comienzo de la campaña militar en Ucrania.
Cabe señalar que desde el comienzo de la ofensiva en Ucrania, las autoridades rusas han acelerado drásticamente la represión de las voces críticas, que afectan también a círculos culturales y organizaciones ecologistas.
Con información de Excélsior.
