El Papa Francisco, durante su visita a Hungría que advirtió de manera tajante sobre los peligros del creciente nacionalismo en Europa.
Además de señalar que aceptar migrantes junto con el resto del continente sería una verdadera señal de Cristiandad.
Francisco también instó a rechazar las «formas autorreferenciales de populismo» y los intereses estrictamente nacionalistas.
Respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania, el ponticifie llamó a las personas a poner fin a la guerra allí, pidiendo«esfuerzos creativos por la paz» para ahogar a los «solistas de la guerra».
Cabe señalar que la visita del Papa es la primera desde que ingresó al hospital por bronquitis en marzo.
Al ser cuestionado sobre su saludel Papa bromeó y dijo «todavía estoy vivo» y que «las malas hierbas obstinadas nunca mueren».
Durante su discurso en el palacio presidencial con vistas al río Danubio, después de reuniones privadas separadas con el presidente Novak Katalin y Orban, Francisco citó a San Esteban, el fundador de la Hungría cristiana en el siglo XI.
“Quienes se profesan cristianos, en compañía de los testigos de la fe, estamos llamados a testimoniar y a unirnos a todos para cultivar un humanismo inspirado en el Evangelio y transitar por dos caminos fundamentales: reconocernos hijos amados de Padre y amándonos unos a otros como hermanos y hermanas», dijo Francisco. «En este sentido, San Esteban legó a su hijo extraordinarias palabras de fraternidad cuando le dijo que aquellos que llegan con diferentes idiomas y costumbres ‘adornan el país'», citando el mandato del santo de ‘recibir a los extranjeros con benevolencia y para tenerlos en estima’.
Con información de Excélsior.