El Comité Olímpico Internacional (COI) recomendó la reintegración de los deportistas rusos y bielorrusos a las competiciones internacionales, con bandera neutra y «a título individual», siempre que no hayan activamente apoyado la guerra en Ucrania.
Pero la comisión ejecutiva de la organización decidirá «en el momento apropiado» su eventual participación en los Juegos Olímpicos de París-2024, que Ucrania, Polonia y los países bálticos amenazan con boicotear en caso de presencia rusa, precisó el presidente del COI, Thomas Bach.
Presionada desde hace semanas para clarificar su posición, la instancia olímpica había anunciado en diciembre pasado «explorar medios» para recuperar a los suspendidos del deporte mundial, tras haber recomendado su exclusión a finales de febrero de 2022, debido a la invasión de Ucrania por el ejército ruso, con el apoyo de Bielorrusia.
El COI, tras cuatro meses de consultas con el conjunto del mundo olímpico, eligió dejar a las federaciones internacionales y a los organizadores de las competiciones la responsabilidad primera de invitar o no a los deportistas rusos y bielorrusos, contentándose con «recomendaciones» para «armonizar su decisión».
El ejecutivo de la instancia sugiere de esta manera mantener la exclusión de todos los equipos rusos y bielorrusos y limitar el regreso a la competición a los deportistas «poseedores de un pasaporte ruso o bielorruso», que participen a título «individual», con bandera neutra, que «no hayan activamente apoyado la guerra en Ucrania» y que no tengan contrato con el ejército ruso o los servicios de seguridad.
Cuando las calificaciones para los Juegos de 2024 ya han comenzado en algunas disciplinas, el COI, en cambio, «no ha abordado» la cuestión de la participación rusa y bielorrusa en los próximos Juegos, explosiva, teniendo en cuenta las amenazas de boicot.
La organización olímpica decidirá «en el momento apropiado, sin ninguna relación con los resultados de competiciones clasificatorias a los Juegos», anunció Thomas Bach.
La ministra alemana de Deportes fue la primera en reaccionar, denunciando que la recomendación del COI es «una bofetada a los deportistas ucranianos».
«El deporte internacional debe condenar con toda claridad la guerra de agresión brutal llevada a cabo por Rusia. Esto no se puede hacer más que excluyendo completamente a los atletas rusos y bielorrusos», dijo en un comunicado Nancy Faeser.