La depresión es una enfermedad que, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.
La doctora Guadalupe Arilla, del grupo de salud mental Semergen, explica que, desde la pandemia, los casos de depresión en jóvenes han aumentado un 30 % (Immedico hospitalario) e invita tomar conciencia” de estas cifras, según explicó a Europa Press durante la exposición en la Universidad Complutense de Madrid para dar visibilidad a esta enfermedad.
La doctora Arilla recuerda que es importante mostrar que “de esta enfermedad se sale porque mucha gente piensa que la depresión es algo crónico que no se cura y, por su puesto, se cura con todos los medios y gracias a la ayuda de profesionales”.
En esto también coincide el director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y Catedrático de Psiquiatría en dicha institución, el doctor Celso Arango recuerda la importancia de “escuchar la voz de los pacientes en primera persona, ya que, en muchas ocasiones, “lo que dicen en las consultas no es lo mismo que pueden decir en su casa”.
“La vivencia de alguien con depresión es algo difícilmente imaginable si no lo has vivido y queremos mostrar que la depresión es algo temporal, que se puede salir y no es crónico”, agrega.
Sin embargo, hay una forma de ayudar a tratarla, y esto se remite a incluir en la alimentación, un ingrediente muy empleado en la dieta mediterránea, se trata del aceite de oliva. Este óleo trae grandes beneficios para la salud y ayuda a combatir el Alzhéimer y la depresión.