Haraldur Thorleifsson, uno de los empleados de Twitter que dejó de tener acceso a la plataforma, desconocía si había sido despedido. Tras no recibir respuestas de la plataforma por más de nueve días, decidió tuitear directamente a Elon Musk para ver si podía captar su atención y obtener respuesta.
“¿Tal vez si suficientes personas me retuitean usted me responderá por aquí?”, tuiteó el pasado lunes.
El ahora dueño de Twitter logró responderle y le interrogó sobre su trabajo, cuestionó su capacidad física (pues Thorleifsson tiene distrofia muscular y utiliza silla de ruedas), además de comentar que tiene “una cuenta activa y destacada de Twitter y es millonario”.
“El motivo por el que me confrontó en público fue para obtener una gran liquidación monetaria”, se leía en los tuits de Musk. Mientras tanto, Thorleifsson recibió un correo electrónico informando que ya no era empleado de la compañía.
El martes por la tarde Elon Musk cambió de parecer: “Quisiera disculparme con Halli por malentender su situación. Estuvo basada en cosas que se me informaron que no eran ciertas o, en algunos casos, sí eran ciertas, pero no significativas”, tuiteó. “Él está sopesando la posibilidad de permanecer en Twitter”.
Thorleifsson ya no forma parte de la compañía y comentó a sus seguidores que abrirá un restaurante próximamente.
Fuente: Proceso