Corea del Norte lanzó una advertencia a Estados Unidos y sus aliados, que quien intercepte los misiles de prueba del país, lo tomará como «una clara declaración de guerra».
A esto Estados Unidos y Corea del Sur, unieron fuerzas para defenderse ante Corea del Norte, quienes han aumentado su capacidad nuclear que en los últimos meses y la pruebas de misiles.
Pyongyang alega que sus programas nuclear y armamentístico son de autodefensa y arremete contra los ejercicios militares de Washington y Seúl.
«Se vería como una clara declaración de guerra contra la República Popular Democrática de Corea en caso de que tuviera lugar una respuesta militar como la intercepción de nuestras pruebas de armas estratégicas», dijo en un comunicado Kim Yo-jong, la poderosa hermana del líder Kim Jong-un.
«El océano Pacífico no pertenece al dominio de Estados Unidos o Japón», continuó en su comunicado, publicado por la agencia oficial de noticias KCNA. Corea del Norte «está siempre preparada para tomar una acción apropiada, rápida y abrumadora», agregó.
Las fuerzas armadas estadunidenses y surcoreanas el próximo 13 de marzo, realizarán durante diez días sus mayores ejercicios conjuntos en cinco años, bautizados «Escudo de Libertad».
Cabe recalcar que el pasado viernes estas dos naciones llevaron a cabo maniobras aéreas que contaron con la participación del bombardero estadunidense B-52, que dispone de capacidad nuclear.
El Ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores acusó a Washington de dañar las tensiones entre ambos países «de manera deliberada» al organizar estas maniobras aéreas.
«A pesar de nuestras reiteradas advertencias, Estados Unidos continúa agravando la situación de manera deliberada», declaró el ministerio en un comunicado publicado por KCNA y fechado el lunes.
Pyongyang había pidió a Naciones Unidas que pusieran fin a las maniobras militares de Washington y Seúl en la zona y defendió su propio arsenal nuclear como «la forma más segura» de garantizar el equilibrio de poder en la región.
Con información de Excélsior.