El pasto donde los Jefes de Kansas City y las Águilas de Filadelfia definirán al próximo campeón de la NFL, ya está instalado en el State Farm Stadium de Phoenix, Arizona la sede del Super Bowl LVII.
Esta superficie, natural, no será la misma que usaron los Cardenales de Arizona durante la temporada regular. Se utilizará sólo ese día, y después será donada.
La NFL invitó a medios de comunicación para mostrar el terreno de juego, y se esperaba que se mostrara el campo totalmente terminado de pintar, con los logotipos de los equipos finalistas, y afuera del estadio, para ahí mismo, mediante lo rieles del estadio, poder mostrar cómo ingresaba, pero el clima lluvioso impidió que esto se pudiera llevar a cabo.
Mañana será un día soleado, y esperemos entonces aprovechar para terminar de pintar el campo y que pueda estar listo, ya a su 100 por ciento el jueves, 10 días antes del gran juego”, añadió.
Al final del juego, el césped será donado a una o varias instituciones deportivas.
Este campo solo se usa una vez para jugar futbol profesional. Después alguna escuela o liga, tendrá el privilegio de tener este campo de forma permanente”.
Esta será la tercera vez que este estadio reciba el Super Bowl, tras recibir las ediciones XLII (2008) y XLIX (2015).
Este sistema de poder sacar el campo hacia afuera a que tome el sol natural, además sumado al clima de Arizona, que generalmente es muy soleado, hace que probablemente el terreno de juego en las ediciones en este estadio, sean los mejores del Super Bowl”.