A partir del próximo 8 de enero, China reabrirá sus fronteras y eliminará la necesidad de cuarentena en un nuevo paso hacia la relajación de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus. Así lo anunció el gobierno chino este lunes, según la agencia Europa Press.
Responsables de las autoridades sanitarias de las provincias de Cantón, Fujian y Jiangsu confirmaron que la Comisión Nacional Sanitaria les ordenó este domingo reducir el nivel de restricciones ante el coronavirus a categoría B, lo que implica la reapertura.
Esta categoría B implica el “tratamiento necesario y las medidas para impedir que se extienda” la enfermedad. Según las fuentes consultadas por el diario chino South China Morning Post, lo anterior implica el fin de las cuarentenas para los viajeros y turistas que lleguen a China.
La decisión confirma los indicios previos que apuntaban a una relajación de las restricciones como el fin de la obligatoriedad de la prueba PCR para la entrada en el país. Otro ejemplo son las palabras de la vice primera ministra Sun Chunlan, responsable de la respuesta a la COVID-19, quien pidió a las autoridades locales centrarse más en el tratamiento que en evitar los contagios.
El jueves pasado, un hospital de Shanghái pidió a su personal que se preparara para una “trágica batalla” contra el Covid-19, ya que, se prevé que la mitad de los 25 millones de habitantes de la ciudad se infecten entre diciembre del 2022 y enero del 2024, mientras el virus azota China prácticamente sin control.
Tras protestas generalizadas y un aumento incesante de los casos, China dio un brusco giro a su política sanitaria y empezó a desmantelar su postura de “cero contagios”, que ha supuesto un gran costo económico y psicológico para sus 1.400 millones de habitantes.
Aun así, el recuento oficial de muertes en China desde que comenzó la pandemia hace tres años es de 5 mil 241 personas fallecidas, una fracción de víctimas si se compara con lo que han sufrido la mayoría de los otros países.