El camino de Francia para revalidar el título de monarca del Mundo en futbol no ha sido nunca sencillo. A las cuantiosas ausencias de varias de sus estrellas debido a las lesiones, ahora se suma una nueva dificultad cuando al menos tres jugadores presentan cuadros de resfriado y han sido aislados.
El centrocampista Adrien Rabiot y el zaguero Dayot Upamecano, titulares en el triunfo en cuartos de final ante Inglaterra, no tuvieron minutos en las semifinales ante Marruecos al presentar los síntomas de la gripa del camello, un resfriado con severos síntimas de fiebre, dificultades para respirar y mucho malestar. A ellos recién se les unió en las más recientes horas el delantero suplente Kingsley Coman, estando todos en la incertidumbre sobre si estarán en condiciones de ser considerados para disputar el domingo la final ante el cuadro argentino liderado por el estelar Lionel Messi.
La muy mermada plantilla francesa comenzó su odisea de dificultades antes del comienzo del Mundial cuando Paul Pogba, uno de sus elementos referenciales en el medio campo y parte del equipo monarca en Rusia 2018, anunció el último día de octubre que no estaría en condiciones para Qatar debido a una lesión de meniscos.
El anuncio de Pogba fue la apertura de una desbandada de lesiones. Quince días después se le unió otro monarca de Rusia con N’Golo Kanté, quien quedó descartado debido a una lesión en los isquiotibiales de la pierna derecha.
La profundidad de calidad de la plantilla de los Blues fue desafiada una vez más a unos días del comienzo de la justa qatarí cuando Presnel Kimpembe, zaguero monarca en Rusia 2018 y titular en la defensa, se unió al coro de la desgracia después de no recuperarse de una lesión en el tendón de Aquiles para ser dado de baja de la nómina azul el 14 de noviembre.
Francia se ha hecho fuerte con cada nuevo revés. A unos días de comenzar la defensa del título de hace cuatro años el delantero Christopher Nkunku abandonó la concentración tras sufrir la ruptura del ligamento externo de la rodilla izquierda.
La zona de ataque quedó aún más comprometida cuando a un día del comiento del Mundial el estelar ariete merengue Karim Benzema también dejó al equipo debido a un desgarro en el muslo izquierdo para prender las alarmas con la sensible ausencia del más reciente ganador del Balón de Oro.
El listado de lesionados franceses quedó completada cuando apenas 11 minutos después de haber comenzado su primer partido de la fase de grupos ante Australia el lateral Lucas Hernández sufrió la ruptura de ligamentos en la rodilla derecha, con lo que no podrá patear un balón al menos hasta mediados del próximo año.
Las más recientes bajas por la gripe del camello de Rabiot, Upamecano y Coman completan un ramillete de desgracias para un equipo que siembre ha sabido poner buena cara a los duros momentos. Será hasta poco antes de que comience la final que sepan si contarán con estos tres elementos, además de que en el aire está la opción de que Benzema sea contemplado para volver si así lo considera el entrenador Didier Deschamps, una vez que ha sanado su molestia en la pierna.