La Duma del Estado o Cámara Baja de Rusia adoptó hoy una ley que prohíbe la “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales”, la pedofilia y la reasignación de género en los medios de comunicación, internet, la publicidad, la literatura y el cine, e introduce multas de hasta 10 millones de rublos (165 mil 200 dólares) por violar la legislación.
“Prohibida la promoción de relaciones sexuales no tradicionales. Será sancionada cualquier propaganda de relaciones sexuales no tradicionales. También se ha introducido una prohibición a la promoción de la pedofilia y el cambio de sexo. Las multas ascenderán a hasta 10 millones de rublos”, informó la Duma en un comunicado tras adoptar en tercera y última lectura la ley.
La legislación supone un importante endurecimiento de la ley actual, ya que amplía la prohibición de “propaganda LGBTQ+” entre menores a los adultos. La víspera la Duma adoptó la legislación en segunda lectura e introdujo además una serie de enmiendas al texto para ampliar su alcance a la pedofilia y la reasignación de género.
El proyecto de ley ha sido duramente criticado por asociaciones LGBTQ+ y organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional (AI), que ya señaló tras la primera lectura que la legislación enmendada aumentará la homofobia con el permiso del Estado ruso y que alcanzará un nivel completamente nuevo.
“El nuevo proyecto de ley no solo priva descaradamente a las personas LGBTI de su derecho a la libertad de expresión y respalda su discriminación, sino que probablemente también dará lugar a un aumento de los ataques violentos y otros delitos motivados por el odio contra ellas”, sostuvo la directora para Europa del Este y Asia Central de AI, Marie Struthers.
Unos 400 diputados, incluido el presidente de la Duma Viacheslav Volodin, participaron en la redacción de la ley, justificada hoy por la Cámara Baja como una “solución que protegerá a nuestros niños, el futuro del país, de la oscuridad que se extiende por Estados Unidos y los Estados europeos”.
La legislación, que ahora pasa al Senado, considera propaganda “la difusión de información o acciones públicas dirigidas a la formación de actitudes sexuales no tradicionales, su atractivo y de ideas distorsionadas de la equivalencia social de las relaciones sexuales tradicionales y no tradicionales”.
El texto introduce la prohibición de “la propaganda de relaciones no tradicionales”, la pedofilia, así como la prohibición de la difusión de información sobre las personas LGBTQ+ en los medios de comunicación, internet, la publicidad, la literatura y el cine.