Rusia lanzó una lluvia de misiles sobre Ucrania este miércoles, forzando el cierre de plantas de energía nuclear y matando a civiles, mientras Moscú continúa con su campaña para sumir a las ciudades ucranianas en la oscuridad y el frío a medida que llega el invierno.
Funcionarios al otro lado de la frontera en Moldavia dijeron que la electricidad también se perdió en más de la mitad de su país, la primera vez que un estado vecino informa daños tan extensos por la guerra en Ucrania provocada por la invasión de Rusia hace nueve meses.
De acuerdo con autoridades ucranianas, los misiles alcanzaron tres edificios residenciales en el distrito de Pechersk.
El apagón obligó a cerrar los reactores de la planta de energía nuclear de Pivdennoukrainsk en el sur de Ucrania, y las plantas de Khmelnitskyi y Rivne en el oeste, dijo la firma estatal de energía nuclear Energoatom.
Más temprano, misiles rusos alcanzaron un hospital de maternidad en la región sur de Zaporizhzhia durante la noche y mataron a un bebé, dijo el gobernador regional en el servicio de mensajería Telegram.
También se informaron explosiones en otras ciudades, donde no hubo más información disponible de inmediato sobre las víctimas, de acuerdo con Reuters.
Desde octubre, Rusia ha reconocido abiertamente haber atacado los sistemas de calefacción y energía civil de Ucrania con misiles de largo alcance y drones.
Las autoridades señalaron que los ataques tiene como propósito dañar a los civiles para quebrantar la voluntad nacional.
Tras el ataque de este miércoles, el jefe de la policía regional de Kyiv, Andriy Nebytov, publicó en redes sociales una fotografía de lo ocurrido y acusó a Rusia de ser la fuente del terrorismo.
