Vestido con el uniforme tricolor y un balón a sus pies, el Niño de los Milagros se convierte cada cuatro años en la esperanza de creyentes mexicanos para que la Selección Mexicana triunfe en el Mundial cuando el futbol o la suerte se agoten, por lo que en Qatar 2022 las oraciones no le faltarán.
Representación de Jesús, la estatua muestra al Niño en un trono con camiseta verde, pantaloneta blanca y medias rojas, extendiendo una bendición a sus fieles, que este año ruegan para que el equipo venza en Qatar el maleficio que le impidió avanzar a cuartos de final en las últimas siete ediciones de la Copa del Mundo.
En un país con fuerte acento nacionalista, no podía faltar el banderín tricolor en la mano izquierda de la efigie, resguardada solemnemente en una urna de cristal en la iglesia San Gabriel Arcángel, en Ciudad de México.
Las personas «oran, piden al señor para que los jugadores que van a representar a México hagan el mejor papel que puedan», añade el sacerdote.
Vía: Excélsior