La nueva oleada de ataques rusos ha destruido en ocho días el 30 por ciento de las centrales eléctricas de Ucrania y creado una situación crítica en el país, en lo que Kiev considera una brutal estrategia del Kremlin para “congelar” a los ucranianos de cara al invierno.
A la vez, Kiev ultima la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Irán por el suministro de drones kamikaze a Rusia.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, puso una cifra a la destrucción de la red eléctrica del país.
“Desde el 10 de octubre, el 30 % de las centrales eléctricas de Ucrania ha sido destruidas, causando apagones masivos en todo el país”, tuiteó.
Rusia atacó hoy de nuevo infraestructuras civiles y de electricidad en el este, centro y sur de Ucrania. Lo hizo en Kiev, Sumy, Donetsk, Dnipró, Vinnytsia, Zhitómir, Járkov, Krivói Rog, Mykolaiv y Zaporiyia. Al menos seis personas murieron.