Aquí te contamos más sobre los tipos de hepatitis que existen:
- Hepatitis A (VHA): está presente en las heces de las personas infectadas y casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados, aunque también puede ser por contacto sexual. La mayoría de las veces la infección es leve y las personas se recuperan por completo, adquiriendo inmunidad contra infecciones futuras por este virus. Se puede prevenir aplicando la vacuna correspondiente.
- Hepatitis B (VHB): se transmite a través de la sangre (transfusiones sanguíneas), semen y otros fluidos corporales infecciosos, o bien, al momento del parto. Otra posibilidad es mediante el uso de instrumental contaminado en intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables. Afortunadamente, para este virus también existe una vacuna.
- Hepatitis C (VHC): se transmite de la misma manera que la hepatitis B. Normalmente las personas no presentan síntomas y en caso de tenerlos pueden aparecer entre 1 y 3 meses posteriores al contagio. La hepatitis C crónica es una enfermedad silenciosa durante años y es la principal causa de cirrosis hepática y de trasplante hepático. Algunos de sus síntomas son: pérdida de peso, acumulación de líquidos en el abdomen, poco apetito, vasos sanguíneos en la piel similares a arañas, desorientación, somnolencia y balbuceo, coloración amarillenta en piel y ojos, fatiga, hematomas con facilidad, orina de color oscuro, picazón en la piel e hinchazón en las piernas. Sin embargo, para este tipo de virus no hay vacuna.
- Hepatitis D (VHD): solo la presentan las personas contagiadas con el virus tipo B y la situación de la persona al ser portadora de los 2 tipos de virus se complica más y puede ocasionar la muerte. Al haber vacuna contra el tipo B se brinda protección también para este virus.
- Hepatitis E (VHE): al igual que el virus tipo A, se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. Este virus causa brotes epidémicos en lugares con poca higiene.