El Reino Unido superó por primera vez los 40 grados centígrados, en lo que es hasta ahora la jornada más calurosa jamás registrada, según datos provisionales de la Oficina de Meteorología británica (Met, en inglés).
De acuerdo con la Met, el termómetro marcó los 40.2 grados en el aeropuerto de Heathrow, al oeste de Londres, después de que la localidad de Charlwood, en el oeste de la capital, registrara otra alta temperatura, de 39.1 grados.
Los expertos adelantan que las temperaturas pueden llegar hasta los 42 grados.
Gran parte de Inglaterra está en alerta roja por la ola de calor mientras que el resto del territorio de Reino Unido permanece en ámbar -una menos que la roja- por las elevadas temperaturas.
Esta ola de calor puede tener impacto “en las personas y la infraestructura”, indicó la Met.
Las autoridades han pedido a la población que mantenga un alto nivel de hidratación, que cierre las cortinas de casa y no se exponga al sol en la mitad del día, y también que evite viajar a menos que sea absolutamente esencial.
En el caso de la capital británica, Transport for London (TfL), que opera la red del transporte de la ciudad, pidió también que la gente no viaje a menos que sea esencial, ya que anticipa cancelaciones y retrasos en los trenes del metro.
Varios servicios ferroviarios, sobre todo las conexiones entre Londres y el norte de Inglaterra, sufrieron cancelaciones.
El aeropuerto británico de Luton, al norte de Londres, se vio obligado a suspender temporalmente los vuelos, tanto de salida como de llegada, por los desperfectos causados sobre una parte de la pista a causa de las altas temperaturas.
López Dóriga.