La ciudad de Pekín declaró el jueves una primera victoria en su última batalla contra el covid-19, tras realizar pruebas a millones de personas y poner en cuarentena a otras miles en la última semana para frenar un brote prolongado por una repentina oleada de casos relacionados con un bar.
El brote en el popular bar Heaven Supermarket, conocido por su licor barato y sus noches de juerga, surgió apenas unos días después de que la capital china empezara a levantar las restricciones generalizadas. Las limitaciones habían estado vigentes durante cerca de un mes en Pekín para hacer frente a un brote más amplio que comenzó a finales de abril.
El aumento desde el 9 de junio es muy modesto en comparación con los estándares mundiales, con un total de 351 casos hasta la fecha, pero refleja el reto que supone para China tener éxito en su estrategia de acabar con cada grupo de casos tan pronto como se materialice.
Tras ocho días de dura lucha y los esfuerzos concertados de los habitantes de Pekín en la batalla, las medidas rápidas y decisivas han mostrado su efecto», declaró el portavoz del gobierno de la ciudad de Pekín, Xu Hejian.
El brote del bar Heaven Supermarket está remitiendo, pero todavía existe la posibilidad de que se produzcan infecciones ocultas en las comunidades», declaró Xu en una rueda de prensa.
Las autoridades de Pekín han iniciado investigaciones penales sobre las personas que se aventuraron a salir durante el periodo de aislamiento en casa y que dieron positivo después.
Asimismo, han suspendido a las empresas que no aplicaron correctamente las normas de prevención del covid y han prometido reforzar la inspección de varios negocios, a los que han pedido que comprueben la temperatura corporal y las credenciales de salud digital de sus clientes.
Un alivio en el brote de infecciones que comenzó a fines de la semana pasada sería una bendición para los residentes y la economía de Pekín. El brote generalizado, que dura más de 50 días, ha perturbado el comercio y la industria de la ciudad y ha afectado al gasto de los comercios.
La vuelta de Pekín a un régimen de prevención del covid más regular -pruebas periódicas por parte de individuos y cierres selectivos de los edificios afectados, en lugar de días de pruebas masivas y restricciones a la circulación en distritos enteros- calmaría los temores de una perturbación más grave, como la observada durante el cierre de Shanghái.
El confinamiento en Shanghái durante dos meses, que finalmente se levantó el 1 de junio, y los duros límites de Pekín a la circulación, además de los distintos grados de restricción impuestos por decenas de ciudades chinas, han inquietado a los mercados mundiales y han avivado el temor a que se produzcan interrupciones en la cadena de suministro en China.
Los datos oficiales del miércoles sugieren que la actividad de la segunda economía del mundo está empezando a repuntar en algunos sectores, tras los bloqueos generalizados de abril y mayo. No obstante, la mayoría de los economistas privados cree que la economía china se contrajo en abril-junio, tras crecer un 4.8% en los tres primeros meses.
Excélsior