De enero a abril los desembolsos por concepto de importación de gasolinas crecieron 78.1% a un nivel récord de 6,702 millones de dólares, de acuerdo con cifras revisadas de la balanza de pagos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
El avance se debe principalmente a un efecto de precios, pues durante el período la cotización promedio de la gasolina reformulada para mezcla de oxigenados en el mercado de Los Ángeles –RBOB por sus siglas en inglés y referencia de los contratos de futuros del mercado de Chicago– se incrementó nada menos que 64.4%, al pasar de 1.91 a 3.14 dólares por galón, según cifras de la Administración de Información de Energía, del gobierno de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
En volumen, la importación creció apenas 4.4% a 452,148 barriles diarios, de acuerdo con cifras del Sistema de Información Energética de la Secretaría de Energía. Hasta antes de este año, el récord por el mayor desembolso para la compra de gasolinas importadas era el del 2013, con 6,331 millones de dólares, correspondiente a un volumen de 372,082 barriles diarios combustible y a un precio de 3.04 dólares de la gasolina RBOB.
Solo durante abril, el valor de las importaciones fue también el más alto para un mismo mes en la historia, con compras por 2,021 millones de dólares.
Actualmente la demanda de gasolinas aún no recupera su mejor nivel, pero el alto precio de los combustibles está teniendo efectos importantes en la balanza petrolera.
Durante el primer cuatrimestre del año, el consumo nacional aparente del combustible (producción, más importación, menos exportación) promedio los 753,129 barriles diarios, cifra 10.5% superior a la del mismo lapso del 2021, pero 5% inferior al pico del 2018 (792,390 barriles diarios).
Tras la apertura de la importación, distribución y comercialización de gasolinas al capital privado en el 2016, los privados ganaron terreno en la oferta final y en el 2021 consiguieron agenciarse 21% del mercado con importaciones propias, pero esa tajada se ha reducido a 17% en lo que va del año, gracias a una mayor producción e importación de Pemex, en coincidencia con mayores obstáculos regulatorios a los privados para realizar sus importaciones.
El Economista