A pocas horas de que el líder de la iglesia evangélica La Luz del Mundo sea condenado, varias presuntas víctimas de abuso sexual de Naasón Joaquín García claman porque el acusado reciba una fuerte condena, que sirva como ejemplo para depredadores sexuales.
El jefe del culto, que dice tener más de cinco millones de seguidores en todo el mundo, aceptó su culpabilidad el viernes pasado en dos cargos de cópula oral forzada a menores y de un cargo de acto lascivo con un niño, tras ser detenido en Los Ángeles en 2019.
“Él merece la pena máxima que exista”, clamó Sochil Martin, una activista de 36 años quien aseguró por videollamada haber sido abusada sexualmente por Joaquín desde los 16 hasta los 33 años, tanto en México como en Estados Unidos, donde ahora vive.
“Yo fui abusada de todas las maneras en que se puede abusar de una persona por él”, dijo entre lágrimas. “Han sido generaciones de abusos (…) yo no quiero que eso le pase a mi hija”, dijo la mujer, quien denunció al líder religioso en 2018 en México y en 2019 en Estados Unidos.
Para ella, como para otras víctimas contactadas por Reuters, la cadena perpetua evitaría que los casos sigan ocurriendo y que tanto Joaquín como otros miembros de la iglesia sigan usando de su poder para abusar de más personas.
La audiencia de sentencia de Naasón Joaquín, un mexicano de 53 años, será el miércoles. La Luz del Mundo es la mayor iglesia evangélica de México y tiene sedes en 50 países.
El autodenominado apóstol de la iglesia La Luz del Mundo, con sede en la occidental ciudad mexicana Guadalajara, enfrenta la posibilidad de una condena máxima de 16 años y ocho meses de prisión, según la fiscalía de California, lo que enfureció a presuntas víctimas que exigen cadena perpetua.
Junto a Joaquín fueron detenidas en 2019 dos personas más de su iglesia. En conjunto enfrentaban 36 delitos graves, incluyendo cargos de violación, pornografía infantil y tráfico de personas. La mayoría de esos cargos fueron retirados a cambio de que se declararan culpables y evitaran prisión de por vida.
“Al principio yo no denuncié, nadie me iba a creer”, dijo por su parte Francisco Espinoza, quien aseguró haber sido abusado por Joaquín una vez en Estados Unidos, a los 24 años.
“Me callé por muchos años y cuando decidí hablar dijeron que se me había metido el diablo, incluso mis padres”, relató el chofer ahora de 36 años.
CASTIGO MÁXIMO
Espinoza espera que la condena sea más dura que lo propuesto hasta ahora, tomando en cuenta la magnitud del daño causado. “Que reciba el castigo que merece”.
Ni la fiscalía de California ni el abogado del acusado respondieron a solicitudes de comentarios por parte de Reuters. Un portavoz de La Luz del Mundo en México declinó también declinó hacerlo.
En un comunicado en mayo, la iglesia sostenía que su líder era inocente y decía tener “plena confianza” en que quedaría demostrada su “inocencia y honorabilidad.
Otras presuntas víctimas y personas que aseguran conocer más casos de abuso dijeron que los afectados no se atreven a denunciar por temor.
“La vida de las víctimas quedó muy afectada”, dijo a Reuters Elisa Flores, quien renunció hace año y medio a ser parte de la iglesia y quien, como Espinoza y Martin, dijo conocer a muchos otros que también han dejado el culto.
“Yo era una de las que no creía (sobre las acusaciones contra Joaquín), estaba ciega como muchos ahora”, agregó.
Un día después de que Joaquín se declaró culpable, Lulu Wehagen, quien se identifica como sobreviviente de abuso sexual en un caso no relacionado con el líder religioso, inició una petición en Change.org para que le sea aplicada la pena máxima.
“Queremos cadena perpetua, no se trata de que él pague sino proteger a las víctimas futuras y ponerlo como un ejemplo para que vean lo que pasa con los pederastas”, sentenció.
Televisa