Este viernes, la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas dio la voz de alarma ante las pruebas en aumento de crímenes de guerra en Ucrania, instando tanto a Moscú como a Kiev a ordenar a los combatientes que respeten el derecho internacional.
“Las fuerzas armadas rusas han bombardeado indiscriminadamente zonas pobladas, matando a civiles y destruyendo hospitales, escuelas y otras infraestructuras civiles, acciones que pueden constituir crímenes de guerra”, declaró la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH), Michelle Bachelet.
Los observadores de derechos humanos de la ONU en Ucrania también han documentado lo que parece ser el uso de armas con efectos indiscriminados, causando víctimas civiles por parte de las fuerzas armadas ucranianas en el este del país, dijo la OACDH en un comunicado.
Rusia, que describe su incursión como su “operación militar especial” —según la denominación del Kremlin— para desarmar y “desnazificar” a Ucrania, niega haber atacado a civiles o haber cometido tales crímenes de guerra.
La OACDH dijo que desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero, y hasta el 20 de abril, los observadores en Ucrania habían verificado 5 mil 264 víctimas civiles: 2 mil 345 muertos y 2 mil 919 heridos.
De ellas, 92.3% se registraron en el territorio controlado por el gobierno; 7.7% de las víctimas se registraron en las regiones de Donetsk y Lugansk, controladas por las fuerzas armadas rusas y grupos armados afiliados, añadió.
“Sabemos que las cifras reales van a ser mucho más elevadas a medida que salgan a la luz los horrores cometidos en zonas de intensos combates, como Mariúpol”, dijo Bachelet.
“También, está saliendo a la luz la magnitud de las ejecuciones sumarias de civiles en zonas anteriormente ocupadas por el ejército ruso. Hay que garantizar la conservación de las pruebas y el tratamiento decente de los restos mortales, así como la ayuda psicológica y de otro tipo para las víctimas y sus familiares”, agregó.
Durante una misión en Bucha, el 9 de abril, los responsables de derechos humanos de la ONU documentaron el asesinato ilegal, entre otros mediante ejecución sumaria, de unos 50 civiles.
El organismo ha recibido más de 300 denuncias de asesinatos de civiles en las regiones de Kiev, Chernígov, Járkov y Sumy; todas ellas bajo el control de las fuerzas armadas rusas a finales de febrero y principios de marzo.