El tigre sacrificado en el municipio de Huimilpan contaba con un chip de identificación con información del propietario, por lo que se dará vista a las autoridades federales en materia ambiental para dar seguimiento a la situación y deslindar responsabilidades por la propiedad del animal, informó el coordinador de Protección Civil en dicha demarcación, Salvador Oliva.
El funcionario aseguró que, tras su neutralización, el felino fue trasladado inmediatamente al Zoológico de Querétaro Wuamerú, ubicado en la carretera Bernal-Cadereyta, en el que los especialistas veterinarios encontraron el chip e informaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, quienes serán los encargados de investigar el caso y determinar si el animal se mantenía en cautiverio de forma irregular.
Salvador Oliva precisó que los elementos de Protección Civil y Seguridad Pública establecieron un perímetro en torno al animal para priorizar la integridad del mismo y de los habitantes de la comunidad de La Peña, en donde fue localizado, sin embargo, el felino rompió este cerco y atacó con agresividad a un par de animales de ganado que se encontraban cerca.
Ante la imposibilidad de contener al tigre, que se terminó por convertir en una amenaza para el personal que atendía la situación, los titulares de las dependencias y el personal de rescate y control animal no tuvieron otra opción que sacrificarlo.
De acuerdo con el Código Penal Federal, las penas por poseer, traficar o dañar a cualquier ejemplar de fauna silvestre pueden ir de 1 a 9 años de prisión, además de multas económicas, considerando que dichas sanciones pueden agravarse si se trata de especies protegidas o en peligro de extinción.
Alan García
