El británico sumó su victoria 159 para igualar la cifra de triunfos del mítico irlandés. Bouhanni y Kristoff le acompañaron en el podio.
Mark Cavendish está siendo un seguro de vida para el Quick-Step en la presente temporada, cerca de cumplir 37 primaveras. El de la Isla de Man ha ganado en todas las carreras en las que ha participado este año (Tour de Omán y UAE Tour) a excepción de Tirreno-Adriático, por lo que hoy tampoco faltó a su cita con lo más alto del podio para alzarse con la primera Milán-Turín de su palmarés. Un éxito de lo más especial para el británico, ya que suma la victoria 159ª de su carrera para igualar la cifra de triunfos de un mito como Sean Kelly. A sólo dos se sitúa ya Cavendish de otra leyenda del esprint como Mario Cipollini, a quien tiene pinta de alcanzar, o incluso superar, de seguir mostrando esta buena punta de velocidad en 2022.
La fuga estuvo muy cara desde el principio, dada la multitud de equipos que querían ejercer su control pensando en un esprint masivo. Después de varios intentos sofocados, Marcellusi (Bardiani), Alba (Androni) y Viegas (Eolo-Kometa) conformaron la escapada definitiva. El pelotón nunca les dejó soñar con la posibilidad de llegar a buen puerto, algo muy remoto al tratarse de únicamente tres corredores sobre tantísimo terreno llano.
Pese a todo, la caza fue cocinándose a fuego lento, sin prisa. El reagrupamiento tuvo lugar a 20 km de meta, con equipos como Movistar y Alpecin en cabeza del pelotón. El puntito de emoción lo puso Healy (Education First), campeón nacional de Irlanda en 2021, que se marchó en solitario y mantuvo un intenso pulso con el gran grupo en los últimos kilómetros. El Quick-Step se vio obligado a tirar a bloque para atraparle, pero el plan para ellos salió según lo esperado con la victoria de Cavendish al esprint. Recompensa al trabajo. Morkov lanzó de fábula al británico, que mantuvo su posición de privilegio en los últimos metros para imponerse a Bouhanni y Kristoff.
AS.
