Un estudio realizado por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM- CSIC) de Barcelona (España) y la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), apuntan que estos contaminantes podrían haber llegado allí a través del vertido de aguas de las lavadoras de las bases antárticas y de las embarcaciones turísticas que visitan la zona.
La presencia de estas microfibras de origen antropogénico podría afectar a todo el ecosistema antártico, además de que el flujo de partículas que están en la costa antártica contiene microfibras de origen antropogénico.
Por su parte, un investigador del ICM-CSIC Enrique Islas, advirtió que la “presencia de estas microfibras podría afectar todo el ecosistema antártico, ya que son ingerido por el zooplancton, del que se alimentan animales grandes”, además de que los microplásticos contienen aditivos que le confieren al plástico diferentes propiedades como el dolor y la resistencia”.
Para hacer el estudio, los biólogos marinos analizaron, primero con una lupa y luego químicamente. Los científicos aseguran que habrá un incremento de microfibras de plástico en la Antártida por el incremento de turistas en la zona.
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