Los muertos por la pandemia de COVID-19, una de las peores de la historia, alcanzaron los cinco millones, según confirmó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, para quien ese dato supone un “fracaso” mundial.
“Sería un error pensar que la pandemia ha terminado. Las restricciones se han reducido en muchos lugares, pero tenemos que combinar la vacunación con vigilancia, por ejemplo con medidas que han probado ser eficaces como el uso de mascarillas o el distanciamiento social”, afirmó Guterres en un comunicado.
Los cinco millones de muertos son un claro aviso de que no podemos bajar la guardia, de que sigue habiendo (…) hospitales saturados y trabajadores sanitarios agotados, mientras continúa el riesgo de que nuevas variantes se extiendan y cuesten más vidas”, añadió el dirigente portugués.
Guterres añadió que esta cifra “devastadora” muestra que “el mundo está fracasando, pues mientras los países ricos están administrando terceras dosis de vacunas anticovid, sólo un cinco por ciento de la población africana está vacunada”.
El secretario general aseguró que la desinformación, el “nacionalismo de vacunas” y la falta de solidaridad global están permitiendo que COVID-19 siga extendiéndose, por lo que urgió a los líderes mundiales a aumentar las donaciones y mejorar la distribución mundial de dosis para hacer frente a estos problemas.
El objetivo, recordó, es lograr que antes de finales de año al menos el 40 or ciento de la población de todos los países del planeta esté vacunada y que ese porcentaje ascienda al 70 por ciento a mediados de 2022.
A nivel global, casi un 50 por ciento de la población mundial ha recibido al menos una dosis de vacunas anticovid, con más de siete mil millones de dosis administradas, pero ese porcentaje cae al 3.6 por ciento en las economías de bajos ingresos.
La mejor manera de honrar a los cinco millones de vidas perdidas es hacer realidad la igual distribución de vacunas, aumentando nuestros esfuerzos y asegurándonos de que la vigilancia es máxima, con el fin de poder vencer a este virus”, añadió el máximo responsable de Naciones Unidas.
Casi 2.3 millones de las muertes por COVID-19 se produjeron en América, la región más golpeada por la pandemia, mientras que 1.4 millones se registraron en Europa y 693 mil en el sur de Asia.
Otros 301 mil decesos fueron registrados en Oriente Medio, 150 mil en África y 129 mil en Asia Oriental, zona esta última donde se dieron los primeros casos a finales de 2019, en la ciudad central china de Wuhan.
Los contagios registrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el inicio de la pandemia ascienden a 246 millones (93 millones en América y 76 millones en Europa).
López-Dóriga Digital