En las ciudades más pequeñas del país de China se restringió la construcción de edificios de gran altura, para acabar con proyectos considerados de vanidad.
Las autoridades cuestionaron la necesidad de que ciudades con baja densidad construyan rascacielos, al indicar que este tipo de edificios son construidos por cuestiones de vanidad.
La medida ocurre en un país que alberga algunos de los edificios más altos del mundo, incluida la Torre de Shanghái, que tiene 128 pisos, no se permitirá que los edificios superen los 500 metros de altura.
“Cada edificio tiene busca ser un hito. Los desarrolladores y planificadores de la ciudad intentan lograr este objetivo, pero llegan al extremo en cuanto novedad y extrañeza”.
-Milenio