Al menos 50 personas habrían muerto ahogadas frente a las costas de Túnez tras el naufragio del bote neumático en el que salieron el domingo desde una playa de Libia con la intención de llegar de forma irregular a Europa, informó hoy la Organización Internacional de las Migraciones (OIM)
Según la portavoz de la citada agencia para Libia, vinculada a la ONU, Safa Msahli, la información proviene de los testimonios de algunas de las treinta personas, en su mayoría procedentes del Sahel y otros países del África subsahariana, que navegaban con ellos a la deriva y que fueron rescatadas por unidades de la Guardia Costera de Túnez y trasladadas a este país.
Nuestros equipos en Túnez han proveído de ayuda humanitaria a aquellos que pudieron ser rescatados, y también un lugar para refugiarse”, explicó Msahli, que volvió una vez más a pedir responsabilidad y un cambio en las políticas de migración para respetar los derechos y evitar más muertes en el mar.
De confirmarse la cifra, este sería el naufragio mortal más grave ocurrido en lo que va de 2021 frente a las costas de Túnez, después de que el pasado 16 de abril un total de 41 personas perdieran la vida ahogadas al naufragar un cayuco que había salido unas horas antes de la playa tunecina de Sidi Mansour, próxima a Sfax, segunda ciudad en importancia del país norteafricano.
La embarcación precaria, con la que los migrantes trataban de llegar a la cercana isla italiana de Lampedusa, se hundió debido a las malas condiciones, el sobrepeso y las condiciones climáticas adversas, con lluvia, fuertes vientos y gran oleaje.
En un primer momento, la Guardia Costera, apoyada por barcos de pesca locales, encontró 21 cuerpos flotando –entre ellos los de nueve mujeres y un menor de corta edad–, todos ellos de ciudadanos procedentes de países del África subsahariana.
