BRUSELAS.
Bélgica rindió este lunes un homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas del 22 de marzo de 2016, al cumplirse cinco años de una tragedia considerada como la peor sufrida por el país desde la Segunda Guerra Mundial.
Al inicio de la mañana, el rey Felipe y la reina Matilde participaron en una ceremonia en la estación de metro de Maelbeek, escenario de uno de los atentados, donde se leyeron los nombres de las víctimas.
Posteriormente, el primer ministro Alexandre de Croo mantuvo un encuentro con familiares de las víctimas.
El país no es el mismo después de esos ataques. Una amenaza que hasta entonces pensábamos que era teórica se tornó muy real», había dicho Charles Michel, quien ahora es presidente del Consejo Europeo y era primer ministro belga cuando ocurrieron los hechos.
En la mañana del 22 de marzo de 2016 se registró primero un doble atentado suicida en el aeropuerto de Zaventem, y poco más tarde otro en la estación de metro de Maelbeek, en el centro de la ciudad.
Los ataques provocaron la muerte de 32 civiles y dejaron más de 300 heridos. Tres yihadistas murieron. Más tarde, el grupo radical Estado Islámico (EI) reivindicó los ataques.
Las investigaciones revelaron que los autores de los atentados pertenecían a una célula francobelga ligada a los ataques perpetrados en la noche del 13 de noviembre de 2015 en París, de causaron 130 muertos y más de 400 heridos.
Así, los ataques en Bruselas habrían sido organizados como respuesta al rápido avance de las investigaciones, después que peritos franceses detectaron que los varios responsables por la matanza en París habían llegado desde la capital belga.
Aún recuerdo el instante en que recibí la noticia. Cuando el ministro de Interior me llamó para informarme, a minutos del ataque en Zaventem, me fui directamente al centro de control de crisis», recordó Michel.
En el aeropuerto de Zaventem, primero dos hombres hicieron estallar explosivos que cargaban en su equipaje en la fila de registro, y unos nueve segundos más tarde se produjo otro fuerte estallido en el sector de embarque.
Una hora más tarde estalló un artefacto en la estación de metro de Maelbeek.
En el aeropuerto, un tercer yihadista, identificado como Mohamed Abrini, no detonó sus explosivos y fue arrestado en abril de ese mismo año.
Excélsior