De acuerdo con medios internacionales, la nube de polvo y arena que dejó a Beijing en un impresionante tono naranja no se había visto en los últimos años. De hecho, se considera que la tormenta de arena que azota la capital china es la más densa de los últimos 10 años.
Según los especialistas, la tormenta de arena se originó en Mongolia, para después moverse gradualmente hacia el sur; es decir, al norte de China. Algo que no se esperaba, ya que usualmente este tipo de fenómenos se presentan en mayo… pero bueno, debe tomarse como evidencia de la sequía y escasa revegetación que hay en la zona, con todo y que desde el año 2000 el gobierno de China ha invertido importantes sumas en reforestación.
Ya ni hace falta decirlo, pero, por si alguien cree que es posible respirar dentro de esa mezcla de arena, polvo y smog… pues no. Las autoridades han clasificado negativamente a la calidad del aire, remarcando lo peligroso que resulta echarse una bocanada del aire de Beijing.
Según reporta CNN, el aire que se respiraba en Beijing ya era clasificado como “malo”, debido a los altos índices de contaminación que se manejan en la ciudad. Con la llegada de la tormenta de arena este dato se ha elevado a nivel de “peligroso”, con base en el Índice Mundial de Calidad del Aire.
Foto: @lauradesdechina