Fomentar el diálogo para la resolución de los problemas entre los hombres, teniendo en cuenta a Dios en el acto, propiciará que una persona que mal obra se encauce en el camino del bien hacia los demás, es el mensaje de la Diócesis de Querétaro en la misa dominical en Santa Rosa de Viterbo, oficiada por el padre Daniel Rendón Agüello.
Quien comentó, el deber de un cristiano para con un pecador, es el convencerle para que cambie de vida, mediante la corrección, no sin antes la persona que brinda ayuda a su hermano, se encomiende a Dios mediante la oraciónx y lo haga con amor, despojandose de sus visiones particulares de la vida y poniendo en contexto un problema común entre ambos.
Esta situación, aplica cuando se trata de un padre corrigiendo a su hijo, una esposa tratando de hacerle ver lo mal que está a su esposo en la relación familiar, o cuando una comunidad trata de ayudar a jóvenes en situaciones de adicciones.
El padre Daniel Rendón Agüello enfatizó, quién ese diálogo entre los hombres que van a corregir a otro, no deben prevalecer las visiones egoístas de cada uno de los interlocutores, no se deben de dar ofrecimientos vacíos y se debe de convencer a la persona que mal obra, mediante ejemplos dignos, así como también en la obra de amor de Dios para con los hombres.
Si una vez hecho esto la persona no desiste de salir del camino del mal, el Cristiano no se condenará por el pecado de su hermano y únicamente encomendará a Dios la salvación del pecador.
Pues de acuerdo con las Santas Escrituras, Dios concederá todas las cosas a los hombres de buena voluntad y que se reúnen en su nombre para lograr el bien común.
«Corregimos porque deseamos el bien, ¿Por qué corriges al esposo? ¿Por qué corriges a la esposa? ¿Por qué corriges al amado? ¿Por qué corriges al hermano? ¿Por qué corriges al vecino? Porque quieres un bien para él, y es que si nosotros no corrigieramos a una persona que sabemos que está mal, queridos hermanos en la primera lectura dice que vamos a pagar por ello», indicó el padre Daniel Rendón Argüello.
– Víctor González