España y Portugal reabrieron este miércoles con actos solemnes su frontera terrestre, cerrada desde el 16 de marzo cuando Portugal decidió protegerse de la pandemia de coronavirus que progresaba a ritmo galopante en el país vecino.
A tres meses y medio del cierre de su única frontera terrestre, Portugal sigue siendo uno de los países europeos menos golpeados por el Covid-19, con mil 576 muertos y 42 mil 141 casos confirmados, mientras que España es de los más afectados, con 28 mil 355 decesos y casi 250 mil casos notificados.
Pero ambos luchan contra rebrotes y el aumento de los contagios genera inquietud en Portugal.
De hecho, Lisboa tuvo que volver a confinar el miércoles a 700 mil de sus habitantes, en barrios al norte en las afueras de la capital.
A causa de la pobreza, estas zonas no pudieron realmente respetar el primer confinamiento, obligados sus habitantes a seguir trabajando y usando el transporte público, según trabajadores sociales.
En el país vecino, las autoridades sanitarias españolas vigilan medio centenar de focos en distintos puntos del país, aunque la mayor parte de ellos con apenas un puñado de contagios.
La reapertura de la frontera terrestre fue marcada por ceremonias en las que participaron el rey de España, Felipe VI, y el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, así como el primer ministro portugués, Antonio Costa, y su par español, Pedro Sánchez.
Todos con mascarillas en el rostro, escucharon los himnos nacionales interpretados por instrumentos de cuerda, antes de dar unos pasos en Badajoz, del lado español. Luego repitieron la ceremonia del lado portugués, en Elvas, a menos de 20 km de la frontera.
El restablecimiento del tráfico entre los dos países será un alivio para los comerciantes, especialmente los portugueses. Los españoles suelen cruzar la frontera para comprar a mejor precio vajillas o toallas, o también para comer en conocidos restaurantes en la desembocadura del río Guadiana.
También es habitual, ahora en verano, que los españoles vayan a pasar el día en las playas del Algarve o en localidades del interior portugués.
«Los españoles son esenciales para una población como Elvas», aseguró hace unas semanas Joao Pires, presidente de la asociación de empresarios de esta localidad.
La Jornada