Los Rams convirtieron al ex Jugador Ofensivo del Año de la NFL en el corredor mejor pagado en la historia de la liga antes de la campaña del 2018, otorgándole una extensión por cuatro temporadas y 60 millones de dólares que incluyó 45 millones en garantías. Al tiempo de la extensión, a Gurley le restaban dos años de su contrato de novato.
Los Rams absorberán un impacto por dinero muerto de 20.15 millones de dólares en caso de que sea liberado con una designación antes del 1° de junio. Se ahorrarán 2.9 millones de dólares en espacio bajo el tope salarial.
Con una designación de corte posterior al 1° de junio, el dinero muerto de Gurley será de apenas 11.75 millones de dólares, con un ahorra de 5.5 millones de dólares, pero la cantidad restante de dinero muerto se aplicará al tope salarial del 2021.
La decisión de seguir adelante sin Gurley, quien cumple 26 años de edad en agosto, llega al tiempo que los Rams navegan una situación complicada ante el tope salarial, creada en parte, por sus decisiones a lo largo de los últimos 20 meses de entregar extensiones onerosas a Gurley, al quarterback Jared Goff, al tackle defensivo Aaron Donald y al receptor abierto Brandin Cooks, quien también ha sido discutido entre los jugadores que podrían ser traspasados.
El momento de la baja de Gurley también coincide con un esfuerzo de renovación de la marca previo a la apertura de temporada de temporada de los Rams para el 2020 en el SoFi Stadium, y lo que el equipo espera sea un rebote de una decepcionante campaña de 9-7 que los vio fuera de los playoffs un año después de aparecer en el Super Bowl.
Gurley había sido la cara de la franquicia desde su selección con el décimo turno global en el 2015, aunque se había vuelto evidente para el final de la temporada pasada que la relación entre los Rams y Gurley se había deteriorado.
El empleo de Gurley bajo con respecto al 2018, cuando corrió para 1,251 yardas y lideró a la liga con 21 touchdowns. Interrogantes respecto a la salud de su rodilla izquierda persistieron.
Gurley se vio marginado para los dos partidos finales de la campaña regular del 2018 por su rodilla, que fue reparada quirúrgicamente cuando jugaba como universitario para Georgia. Regresó en la victoria de la Ronda Divisional sobre los Dallas Cowboys e, incluso compartiendo acarreos con C.J. Anderson, acumuló 115 yardas y un touchdown.
No obstante, después de su actuación contra los Cowboys, Gurley nunca recuperó su forma.
Gurley sumó 13 yardas totales, la menor cantidad de su carrera, mientras observaba desde las laterales a los Rams venciendo a los New Orleans Saints en el Juego de Campeonato de la NFC. Luego, desempeñó un rol mínimo, corriendo para apenas 35 yardas, en una derrota ante los New England Patriots en el Super Bowl LIII.
A la siguiente temporada, persistieron interrogantes sobre la salud de Gurley y su falta de producción en en los playoffs.
La situación se volvió cada vez menos clara durante la campaña del 2019.
Gurley y los Rams siguieron firmes en que su rodilla estaba bien, pero sus toques disminuyeron, compartiendo acarreos con los reservas Malcolm Brown y Darrell Henderson, y eventualmente, el head coach Sean McVay se describió a sí mismo como un «idiota», por no darle más toques.
Cuando se le preguntó sobre los comentarios del coach, Gurley no mostró desacuerdo.
Al término de la temporada, en que Gurley tuvo su menor total como profesional con 857 yardas, se volvió aparente que los Rams podrían seguir sin su corredor titular cuando despidieron al coach de corredores, Skip Peete, quien estaba con el club desde el mandato del ex entrenador en jefe, Jeff Fisher, por recomendación de Gurley. Desde entonces, Peete ha asumido como coach de corredores de los Dallas Cowboys.
La salida de Gurley deja a los Rams con Brown y Henderson.
La temporada pasada, Brown impuso marca personal con 255 yardas y cinco touchdowns en 69 acarreos. Henderson, un novato procedente de Memphis, se vio limitado por lesiones. Acumuló 147 yardas en 39 acarreos.
Fuente: ESPN Deportes
Foto: Especial