Un avión Boeing 474 sin ventanillas aterrizó en una base militar en el condado de Riverside, con 210 estadunidenses que el gobierno evacuó de China ante el brote de coronavirus.
Los ciudadanos descendieron en la Base de la Reserva Aérea March, donde médicos epidemiólogos vestido con equipo protector blanco ya los esperaba en la pista aérea.
Los evacuados pasaron directamente a unos autobuses en que los condujeron a análisis a cargo del Centro nacional para el Control de las Enfermedades (CDC) y del Departamento de Servicios de la Salud y Humanos (HHS).
En cuanto los viajeros subieron a los autobuses, los médicos les revisaron temperatura corporal y capacidad respiratoria.
Antes de llegar a su país, hicieron una escala en Alaska, donde también fueron revisados.
En la Unión Americana existen, al menos, cinco casos confirmados de coronavirus, además de un paciente sospechoso en San Diego.
El HHS tendrá a su cargo el alojamiento de los más de estadunidenses que estarán en observación.
EVACUADOS SE ENFERMAN
Al menos tres de los 206 ciudadanos japoneses que fueron evacuados de la ciudad china de Wuhan están enfermos, anunció el ministro japonés de Salud. En total, 12 permanecen hospitalizados.
El gobierno no prevé poner a los repatriados en cuarentena pero les pidió que no salgan de casa durante dos semanas para evitar una posible transmisión del virus si fueran portadores.
Excélsior
