Pese a la censura del gobierno chino, videos exhiben las condiciones en hospitales y calles ante brote de virus
Una persona yace en el piso. Quienes están a su alrededor sólo la observan mientras esperan que la auxilie alguno de los trabajadores de salud encargados de aislar y trasladar a las personas que presentan síntomas de coronavirus.
Las imágenes, captadas con teléfonos celulares, muestran a todos los observadores portar mascarillas que cubren nariz y boca. La espera la hacen en silencio y a una distancia considerable.
Son escenas recurrentes en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei luego de que la llamada Neumonía China había cobrado la vida de 106 habitantes de dicho país hasta el pasado lunes e infectado a por lo menos cuatro mil 193 personas.
En Wuhan, la población sabe que en caso de detectar a una persona que presente los síntomas del coronavirus se debe de comunicar con la policía o reportar el caso ante un hospital para que se le aísle inmediatamente, narraron visitantes de la zona que han logrado salir, quienes piden el anonimato por temor a represalias.
La ciudad está en cuarentena. Las calles lucen vacías, pues la recomendación es no salir y en caso de hacerlo sólo debe ser para aprovisionarse de alimentos. El tránsito está completamente prohibido a partir de la medianoche en la zona centro.
El aeropuerto y las centrales de autobuses, ferris y trenes se encuentran cerradas; los residentes también han sido aislados para evitar mayores contagios en provincias aledañas.
Aún así, Estados Unidos, Francia, Alemania, Tailandia, Japón, Corea del Sur, Vietnam, Singapur, Nepal, Australia, Sri Lanka, Camboya, Taiwán y Canadá, reportan casos.
Ya desde los primeros días de enero el Metro de Wuhan lucía desierto: un pasajero grabó los pasillos y escaleras eléctricas, que se muestran totalmente solas.
Otro video capta el momento en que una persona procedente de Wuhan es trasladada dentro de una cabina en el Aeropuerto. Pretendía salir de la provincia durante los primeros momentos de detección de la enfermedad, sin embargo al presentar los síntomas de coronavirus fue inmediatamente aislada.
Pese a la censura, de la cual se le acusa al país asiático, para evitar la difusión de este tipo de imágenes, los videos han llegado a las redes sociales, exhibiendo entre otras escenas a médicos rebasados y exhaustos.
Además de salas de hospitales repletas de pacientes, algunos de ellos sobre el piso y sin recibir la atención adecuada.
En otro video, al que Excélsior Digital tuvo acceso, una enfermera denuncia que tres cadáveres yacen entre los pasillos donde se atiende a los pacientes. Aparentemente, la labor de los médicos es tanta que no existe tiempo de retirar los cuerpos.
Estas condiciones se suman a la escasez de medicamentos, insumos agotados y salas de espera totalmente rebasadas.
Los hospitales se han visto desbordados al extremo que el gobierno de la provincia de Hubei anunció la construcción inmediata de un nosocomio para tratar a los miles de pacientes que han contraído el virus.
Mientras, el Gobierno de China e incluso el ejército han desplegado brigadas de médicos que atiendan a la población de Wuhan.
El domingo mil 600 especialistas de Hubei se sumaron a los 900 médicos que se desplegaron para atender la emergencia en un principio, más 450 médicos militares que colaboran, de acuerdo con el director de la Comisión Nacional de Salud, Ma Xidowei.
Sin embargo, las imágenes son contundentes. Una enfermera solloza de agotamiento, sus colegas intentan calmarla; frente a ella, dos enfermeras más comparten algunos alimentos antes de salir nuevamente a atender a los pacientes.
El coronavirus tendría una estrecha relación con un mercado situado en Wuhan, China en donde se comercian animales vivos y muertos tales como el murciélago, el cual es utilizado para realizar sopas y diferentes guisos.
Sin embargo la comunidad científica aún debate si éste sería el origen de la enfermedad.
No sabemos de dónde viene, no sabemos qué tan fácil se contagia y tampoco entendemos sus características clínicas o su severidad”, indicó Tedros Adhanom Gebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dependencia que ha rechazado emitir una alerta internacional al señalar que la verdadera emergencia es dentro de China.
Ahora, los 11 millones de habitantes en Wuhan siguen las recomendaciones de las autoridades de Salud en espera de no contraer el virus, mientras que los residentes internacionales claman a sus países por ayuda para abandonar la provincia y volver a sus lugares de origen.
Excélsior.